Peñíscola es conocido como uno de los pueblos más bonitos de España. Y con razón. Su situación inmejorable sobre una península rocosa, playas interminables, calles estrechas y casitas blancas son un imán para los visitantes. Peñíscola es una ciudad fácil y divertido de visitar con niños, solamente hay que tener en cuenta que el carro de bebé es un poco más difícil de llevar por el casco antiguo debido a las cuestas.

Peñiscola respira mar. Para entrar en el casco antiguo, pasamos por el pequeño puerto donde los barcos de los pescadores atracan cada día. Entramos al pueblo por el Portal de San Pere. Subiendo las primeras cuestas del pueblo, podemos ya disfrutar de unas vistas espectaculares al mar desde el Fortí de Bonet.

Nuestra primera parada el el Museo de la Mar: un pequeño museo que gustó mucho a nuestros hijos. En el museo encontráis información sobre las tradiciones marineras del pueblo y su gente. Hay barcos en miniatura, podemos descubrir cómo pescaba la gente y hay una colección interesante de ejemplares de fauna marina como crustáceos. Es una parada cortita e interesante. 

Subimos más por las calles estrechas y encontramos una casita como de cuento, sus paredes llenas de conchas, ventanas azules.

Seguimos más hacía arriba, porque queremos llegar hasta el Castillo de Papa Luna en la zona más elevada del peñón. Su construcción comenzó en el año 1294 y ahora más de 700 años después, sigue en pie. (precio: Adultos 5€, niños menores de 10 años: gratis). A los niños les encanta explorar las salas, patios y subir a las torres más altas.

Si os apetece un día de playa con los niños, hay elección de sobra. Está la Playa Norte con 5,5 kilómetros de arena fina. La Playa Sur, situado junto al puerto pesquero, tiene 850 metros y aguas muy tranquilas. Las playas tienes zonas de juego para los niños.

Si buscáis las playas más tranquilas, tenéis que coger el coche rumbo al Parque Natural de la Sierra de Irta, una de las sierras litorales más vírgenes de la costa valenciana. Aquí encontramos la Playa del Pebret y la Playa del Russo. Las dos son playas de arena (el resto de las playa del Parque Natural suelen ser de piedras).

Si os apetece quedaros en un hotel, podéis elegir por ejemplo el Resort Vacacional Hotel & Spa Peñíscola Plaza Suites, en primera línea de la Playa Norte de Peñíscola. Un hotel que está preparado para familias ya que tienen el Sello de Turismo Familiar y son miembros de Tour&Kids.  

Peñíscola es un destino para toda la familia.
¡A disfrutar!