Si estáis en la Garrotxa (Cataluña), vale la pena visitar el pueblo medieval Santa Pau. Con sus calles estrechas y edificios antiguos tiene mucho encanto y es un lugar ideal para por ejemplo tomar un helado con los niños por la tarde.

Se puede aparcar el coche fuera del pueblo, el parking está indicado. Para acceder al pueblo, podéis coger los senderos que empiezan en el parking. Esta ruta es la más bonita, pero imposible para hacer con carros de bebé. Si vas con carro habrá que acceder al pueblo dando una pequeña vuelta.

Los senderos atraviesan una zona muy verde (cuidado con las ortigas) con puentes hasta llegar al pueblo.

En el pueblo podéis ver el castillo de los barones de Santa Pau, la iglesia Santa Maria y la plaza mayor del pueblo que también se conoce como Firal dels Bous porque es donde antiguamente tenía lugar el mercado. Es un buen sitio para sentarse a tomar algo y contemplar la plaza. Nosotros aprovechamos para dar de comer a los niños. Solemos llevarnos la bolsa termo en forma de cebra, que mantiene la comida bien fresca.

Para acabar la visita: desde el Portal del Mar hay unas vistas muy bonitas de toda la zona.

Una visita muy amena para toda la familia. ¡Y la zona tiene mucho más que ofrecer! Vale la pena quedarse algunos días a explorar la Garrotxa y el Ripollés.